Ya lo dice el refrán: “marzo ventoso y abril lluvioso sacan a mayo florido y hermoso”. Desde siempre, mayo ha sido el mes de las flores. El mes de mayo como símbolo de pureza y florecimiento viene existiendo desde tiempos inmemoriales. Ya los romanos celebraban las Floralias entre finales de abril y principios de mayo. Se trataba de unos festejos consagrados a Flora, la diosa de las flores, la vegetación y la fertilidad.
Posiblemente, estas atávicas celebraciones fueran la razón, en parte, de que el mes de mayo esté dedicado a la Virgen María en la sociedad occidental. Es muy común hacer ofrendas florales a la madre de Cristo durante estas fechas tan señaladas.
Pero si hay alguna festividad destacada en este mes, esas son las Cruces de Mayo, originarias de las Festividades de Mayo, las cuales rendían culto a la naturaleza en el tiempo medio de la primavera.
Son varias las razones por las que considerar a mayo el mes de las flores, momento en el que el clima es benigno y las pretéritas lluvias posibilitan la proliferación de flores, insectos e incluso el apareamiento de muchos animales. Porque sencillamente, mayo es la temporada del florecimiento.