El Mercado Central tiene su origen en el comercio árabe y se consolidó en el año 1344. Pronto pasó a ser un ejemplo por toda Europa y comerciantes de todo el continente se acercaban a comerciar en las calles aledañas.
En 1882, el Ayuntamiento de Valencia abrió un concurso de proyectos para construir un mercado totalmente cubierto ya que el auge de la clase burguesa y su necesidad de demostrar sus riquezas y bienestar incomoda a la sociedad valenciana. Su construcción se completó en el año 1914.
El edificio de estructura metálica alberga 959 puestos con un total de 8.160 metros cuadrados edificados, contando las oficinas adosadas al Mercado. Una asociación de vigas y mallas de hierro permiten una cobertura de cúpulas de gran amplitud, la central se eleva 30 metros sobre el nivel del suelo y la nave mayor a 18 metros de altura. Las formas, de mucho efecto plástico y óptico y abundante decoración de cerámica, hierro y cristal, caracterizan este monumento, brillante; a la vez modernista y sensible a un utilitarismo progresista, y según la misma autora, un ejemplo tardío, brillantes “y desde el punto de vista artístico acertado del lenguaje modernista burgués valenciano”.
Sin embargo, es un mercado adaptado al siglo XXI, pese a ser una clara estampa del comercio tradicional permite compra online y servicio a domicilio. Un servicio que acerca al cliente a una institución con más de 700 años de historia.