La alcachofa, el tesoro de Almoradí

El prestigio de esta alcachofa nace en la huerta donde los agricultores son grandes conocedores del cultivo. Cuidan cada detalle, tienen mucha experiencia y una sabiduría que han heredado generación tras generación. Todo ello se combina con la investigación, mejoras e innovaciones desarrolladas por los técnicos. El trabajo alrededor de la alcachofa es minucioso. Tanto la plantación como la recogida se hace de forma manual, de una en una, y los agricultores siempre están pendientes de la evolución del cultivo para darles el mejor trato. Una vez que las alcachofas alcanzan su momento óptimo, se recolectan y pasan de la huerta a las diversas subastas y empresas que hay en la Vega Baja.

Exportadores mundiales

Almoradí es una de las zonas productoras dentro de la Vega Baja más importante de España, sus alcachofas son reconocidas por su calidad y lidera las ventas nacionales en el exterior. La superficie de alcachofas en la comarca de la Vega Baja supera las dos mil hectáreas que producen alrededor de 25.000 toneladas de alcachofas por campaña (entre noviembre y mayo). La Vega Baja es la principal zona exportadora de toda España. En esta comarca se concentran alrededor del 50% de las ventas nacionales de alcachofa en el exterior.

Entre los principales países, destacan Francia e Italia y, en menor medida, Alemania, Países Bajos y Reino Unido. Además, su industria conservera es un referente a nivel nacional e internacional.

Un alimento lleno de propiedades curativas

  1. Contiene cinarina, que es una sustancia que estimula la secreción de bilis, que favorece la digestión de las grasas. ¡Pero ojo! La grasa que estás ingiriendo en ese momento, es decir, mientras comes las alcachofas, no la que tienes almacenada en el cuerpo.
  2. Es rica en fibra, que ayuda a reducir la glucosa en sangre al tiempo que protege contra el estreñimiento.
  3. Posee fitoesteroles, que contribuyen a controlar los niveles de colesterol en sangre.
  4. Cuenta con flavonoides (quercitin y rutin), que protegen contra las enfermedades cardíacas y favorecen la acción antioxidante.
  5. Tiene inulina, que es un carbohidrato que se metaboliza lentamente en el organismo formando fructosa en lugar de glucosa. La fructosa es un azúcar que se puede asimilar sin la necesidad de insulina, lo que convierte a la alcachofa en un alimento especialmente favorable para personas con diabetes.
  6. Además, la alcachofa contiene fósforo, hierro, magnesio, calcio y potasio así como diversas vitaminas, entre las que destacan la vitamina B1, la vitamina C y la niacina.

Multiples opciones en la cocina

Las opciones en la cocina pueden ser infinitas. Aquí te traemos algunas opciones.

  1. Alcachofas al vapor
    Para cocerlas al vapor colócalas, ya limpias, en la vaporera. Tápalo y deja que se hagan aproximadamente 25 minutos. Puedes añadir hierbas aromáticas para darles otro sabor, como por ejemplo unas hojas de hierbabuena, una ramita de romero o tomillo.
  2. Cómo hacer alcachofas al horno
    Puedes ponerles una pizca de aceite y añadir las hierbas que prefieras, junto con una pizca de sal. Hazlas a 200ºC y sácalas cuando estén tiernas y doradas (algo más de media hora).
  3. Alcachofas hervidas
    Sumérgelas en el agua cuando ya esté hirviendo, tardan alrededor de 15 minutos en estar tiernas. Igual que cuando las preparamos al vapor, puedes añadir hierbas aromáticas que les aporten un toque especial.
  4. Alcachofas fritas
    Las alcachofas pueden absorber mucho aceite si las hacemos fritas, así que es mejor hacerlas con poco aceite, en una sartén antiadherente, a fuego medio-bajo y tapadas. Es una preparación muy sencilla, solo hay que darles la vuelta cada 5-6 minutos.
  5. Usa las alcachofas en otras preparaciones
    Podemos añadir las alcachofas ya limpias directamente a nuestros guisos, paellas y otros arroces, sopas, potajes, etc. Siempre que los trozos no sean muy grandes se harán en el mismo tiempo de cocción que, por ejemplo, una zanahoria.

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