El Arenal Sound se corona en una noche de homenaje a su 10 aniversario

El Arenal Sound vive sus mejores momentos hasta la fecha. La cita musical en la Burriana ha hecho que el recinto se abarrote con más de 60.000 personas por día, pese a haber aumentado en 10.000 metros cuadrados susuperficie.

Tras rendirse en la jornada del viernes ante el perreo de de la colombiana Karol G y seducidos por el carisma del tinerfeño Maikel Delacalle y por el herreño, Don Patricio. El repertorio del viernes ha superado las expectativas en una oda al pop.

Pignoise arrasó en el escenario, el grupo que inició su andadura en 2002 y está a punto de cumplir su mayoría de edad consiguió desatar la euforia de los asistentes con temas como «Nada que perder», «Te Entiendo» y «Estoy Enfermo».

De la mano de David Rees y The Girl and the Piano, se han recordado temas de The Cranberries, Maldita Nerea, Iván Ferreiro, Bebe, Vetusta Morla, Supersubmarina, Calvin Harris, Scissor Sisters, Russian Red, Two Door Cinema Club, La Pegatina, Love of Lesbian, Kaiser Chiefs, The Kooks, Lori Meyers, Dorian, Steve Aoki, The Fratellis, Izal, Biffy Clyro, Bastille, Azealia Banks, Mika, Rudimental, Fangoria, Amaral, Carlos Sadness, Martin Garrix o Jess Glyne, entre muchos otros.

La atemporal Fangoria fue otra de las estrellas que brillaron en la noche burrianense, el escenario principal del recinto se abarrotó para seguir las canciones de ayer y de hoy de Alaska, desde algunos guiños a Sara Montiel y OBK recogidos en su álbum «Extrapolaciones y dos preguntas 1989-2000» hasta llevar a varias generaciones a cantar al unísono «A quien le importa».

Su pareja Mario Vaquerizo le seguía al acabar con Nancys Rubias en otro escenario con su pop «petardo» dispuestos a animar al personal con humor y hacer más llevadera la espera hasta el deseado Martin Garrix, el plato fuerte de la noche y, para la mayoría, el mayor reclamo para el décimo aniversario.

No en vano, el DJ holandés, elegido por tercer año consecutivo como el número uno del mundo por la revista DJ Mag, ha hecho que miles de jóvenes hayan aguardado en el cámping hasta bien entrada la madrugada para acudir exclusivamente al recinto de conciertos para la actuación de Garrix.

También durante el viernes ha sido el turno para King Jedet, que cosechaba un buen puñado de fans en el Beach Club a los que ha deseado que no «les sangraran los oídos» al oirle cantar, eso sí, después de tardar 20 minutos en salir al escenario durante los cuales sus bailarinas y DJ se han encargado de animar al público.

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