¿Interior o costa? ¿Procesiones u ocio? Esta es la constante disyuntiva a la hora de afrontar las primeras mini vacaciones anuales: Semana Santa. Pero… ¿por qué no fusionar ambas opciones? Un destino ideal para ello es Castelló de la Plana. A su privilegiada climatología mediterránea, con más 300 días de sol al año, y una atractiva apuesta por la dinamización playera familiar, une la posibilidad de cumplir con el recogimiento espiritual propio de estas fechas que suponen las tradiciones religiosas, como la emotiva Procesión del Santo Entierro, el Viernes Santo. Una Pascua castellonense que cuenta con la ‘bendición’ de haber sido declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial.
Como en todos los rincones de España, Castelló de la Plana se prepara para acoger la primera gran escapada vacacional del año: Semana Santa. Sin embargo, lejos de monopolizar toda su oferta en los actos religiosos, como suelen realizar los destinos de interior, propone una alternativa singular y sugerente: combinar procesiones y playa. Compartir en familia ambas experiencias es perfectamente factible en un destino dotado de una privilegiada ubicación geográfica –junto al Mediterráneo– y una climatología envidiable, con más de 300 días de sol al año. Además, la Semana Santa castellonense, declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial coincide con el arranque de la temporada playera, dinamizada con numerosas actividades.
Históricamente hablando, Castelló empezó a gestar su Semana Santa en el siglo XVI, tres después de que la ciudad fuera refundada, pasando del cerro de la Magdalena al llano. Y su origen arranca en la fundación de la Cofradía de la Purísima Sangre, la más antigua, en 1561. De ahí que hoy día, cinco siglos después, sea la que cobre mayor protagonismo. Las tres restantes –aunque hay otras dos pertenecientes al Grao– surgieron ya en el siglo XX.
Al contrario de otras ciudades, donde la Semana Santa se vuelca en el culto a la pasión y muerte de Jesús, la tradición castellonense se centra especialmente en el pasaje del sacrificio, muerte y resurrección. El inicio tiene lugar este año el 14 de abril con la Bendición de Palmas y Ramos de Olivo del Domingo de Ramos, seguida de una procesión por la plaza de las Aulas. Al día siguiente, lunes, se procederá a la apertura de la urna del Cristo Yacente.
El día culmen es el Viernes Santo, 19 de abril, que arrancará a las 8 de la mañana con el solemne Vía Crucis, desde la Capilla de la Purísima Sangre hasta la Basílica de Nuestra Señora del Lledó, patrona de la ciudad. Por la tarde, a partir de las 18.00 horas, todas las cofradías trasladarán sus imágenes a la Concatedral de Santa María, en la plaza Mayor, punto de partida de la Procesión del Santo Entierro, que cierra la Cofradía de la Purísima Sangre. Esta procesión recorre diferentes calles del centro de la ciudad hasta la plaza de María Agustina. Allí, esta última cofradía es la única que proseguirá hasta su capilla donde, a las 23.30 horas, comenzarán los turnos de vela del Cristo Yacente, que se prolongarán hasta el Sábado Santo por la noche.
El Domingo de Resurrección, 21 de abril, se celebrará la Procesión del Encuentro entre la Virgen del Amor Hermoso y el Jesús Resucitado, en la plaza Mayor. Ambas imágenes volverán a la Capilla de la Purísima Sangre, poniendo fin a los actos religiosos de Semana Santa.
Pascua en la playa
Ese intenso fin de semana, el fervor puede ser perfectamente compaginado con los diversos actos de dinamización y ocio playero, destinados al público familiar, que permiten prolongar unos días más la Pascua castellonense.
Su escenario es la playa del Pinar, la mayor de las tres que bañan el Grau de Castelló y la más próxima a la zona portuaria. Este arenal, de 1.800 metros de extensión, posee el reconocimiento de Bandera Azul además de la acreditación EMAS y la ‘Q’ de Calidad Turística. Y a pie de playa alberga una notable zona de restauración.
El complemento natural a esta playa es el Parque de El Pinar, la mayor zona verde de la ciudad con sus 12 hectáreas plagadas de pinos centenarios, multitud de especies de aves y ardillas rojas. Un lugar ideal para relajados paseos a pie o en bicicleta o para patinar, con diversas zonas de juegos y un campo de golf de nueve hoyos. En el Pinar también hay habilitadas zonas para preparar paellas y barbacoas. Y para los amantes de la cultura, en un entorno natural envidiable, el Planetario, primer edificio de estas características de la Comunidad Valenciana –inaugurado hace casi tres décadas–, con su majestuosa cúpula blanca de 15 metros de altura.
Además, amantes del deporte podrán disfrutar del 19 al 21 de abril con un torneo de fútbol base, Primer Toque, que llega a su 13ª edición, en el que 28 equipos que competirán en las instalaciones municipales Chencho y Gaetà Huguet.
Para más información puede consultarse la web: www.castellonturismo.com