Llegado el mes de mayo, Castellón se inunda del aroma del azahar de los cercanos naranjos y de música. Aunque la tradición de los mayos y las serenatas no es exclusiva de la ciudad, en la capital de La Plana alcanza otra dimensión que la convierte en genuina manifestación de un pueblo apasionado y amante del arte.
La Festa de la Rosa es un festejo instaurado en el año 1928, cuando el Ayuntamiento decidió integrar la costumbre de salir a rondar en el mes de mayo en los actos conmemorativos de la Mare de Déu del Lledó, en el que todos los grupos tenían que iniciar sus serenatas bajo el balcón del Ayuntamiento.
Bajo la denominación de Festa de la Rosa, numerosos grupos aficionados a la canción se serenata se reúnen el primer sábado del mes de Mayo para ofrecer lo mejor de sí mismos ante un jurado. Están en disputa la Rosa d´Or y la Rosa d´Argent. Miles de personas asisten a las actuaciones (dos canciones cada uno) de los grupos participantes y de los colaboradores, aquellos que con una reconocida trayectoria no quieren dejar de apoyar el certamen, el más antiguo de cuantos se convocan en Castellón, ya que hay constancia del mismo desde principios de este siglo.
Tras el certamen de la plaza mayor, y a lo largo de las madrugadas de todos los sábados del mes de mayo, Castellón se llena de románticas canciones que inundan la ciudad de serenatas.