Teulada-Moraira es una de las joyas azules del Mediterráneo por sus calas de aguas turquesas y parajes de espectacular belleza; pero además su gastronomía es altamente valorada en la Costablanca, con platos de pescado y arroces típicos, así como por sus vinos y licores dulces.
Es un municipio de la provincia de Alicante, ubicado en la comarca de la Marina Alta. Más conocido por sus playas paradisíacas y sus innumerables senderos por parajes naturales indescriptibles. Aunque no todo es sol y mar en Teulada-Moraira. Y es que la localidad costera es un referente culinario con el arroz como plato estrella y el Moscatel como acompañante. Así que si queréis potenciar vuestros sentidos, este lugar impresionante de la provincia de Alicante, es una cita ineludible.
De entre su variada carta de propuestas culinarias, queremos destacar las siguientes:
El arroz
Como hemos dicho, es la estrella de la cocina teuladina. Elaboran con esmero exquisitos platos típicos de diferentes variedades de arroz: a banda, con frijoles y nabos, negro, meloso de pulpo, de sardinas y espinacas o el conocido arroz del “senyoret”.
El pescado
Capturado utilizando artes de pesca tradicionales, el pescado de la zona goza de la calidad Bahía de Moraira, y permite sabrosas e innovadores combinaciones como la “sopa de peix”, el puchero de pulpo o platos de salazones tales como melva o anchoas.
Y qué mejor que acompañar estos platos con un buen vino elaborado en los viñedos de Teulada-Moraira. Son productores de la variedad de la uva autóctona “Moscatel Romano”, de gran poder aromático, lo que da lugar importantes vinos de referencia nacional.
El Moscatel de Teulada, el placer dorado para el gusto
El Moscatel de Teulada es una uva dorada de granos gordos y dulces, cultivada, desde tiempo inmemorial, en colinas soleadas y bajo la influencia del mar Mediterráneo, en el municipio de Teulada. Su producto icono son las Mistelas y los vinos de licor de Moscatel, todo un placer para el gusto. No es de extrañar que estén galardonados con premios a nivel internacional incluso.
Vinos blancos, rosados y tintos que para acompañar las delicias culinarias, vermús para abrir el apetito o espumosos para disfrutar un encuentro especial frente al mar, respirando aire puro. Y después, a recargarnos con el sol mientras fondeamos sus aguas turquesas.