En noviembre de 1936, el Gobierno de la República se trasladó de Madrid a Valencia hasta octubre del año siguiente. La ciudad del Turia se convirtió así en la capital provisional de la Segunda República Española, algo que supuso un cambio tanto en la imagen urbana de Valencia como en la vida cotidiana de sus ciudadanos. Corrían tiempos difíciles, pero las acciones culturales llenaban de ilusión los edificios más importantes de Valencia. Aun así, esta ciudad también fue asediada por las bombas, por lo que se tuvieron que construir refugios antiaéreos.
La Junta de Defensa Pasiva fue la encargada de la construcción de estos espacios. Se llegaron a construir 41 refugios de utilidad pública, los cuales se encontraban a disposición de los ciudadanos de la Valencia de la época. Muchos de ellos han sido rehabilitados y considerados Bienes de Relevancia Local, y hoy en día, algunos pueden visitarse.
Refugio de Serranos
Situado en el céntrico barrio de El Carmen, en el nº25 de la calle Serranos, se encuentra un refugio del año 1937, el cual contaba con una capacidad para 400 personas.
El pasado mes de abril, abrió sus fuertes tras una gran rehabilitación, conservando el aspecto y los acabados originales. Ahora, este bien patrimonial será un espacio para actos e iniciativas culturales, y se puede visitar mediante visitas programadas y guiadas de manera gratuita, realizando una reserva previa en el Ayuntamiento.
Refugio Ayuntamiento de Valencia
En la propia casa consistorial, se encuentra un refugio de tipo escolar construido en 1938 y con capacidad para 700 niños. Contaba con cinco naves cubiertas de hormigón, las cuales disponían de bancos para que los niños se sentaran mientras esperaban a que pasara el peligro.
Actualmente, este refugio puede visitarse gratuitamente mediante reserva previa. En la recuperación del edificio se añadieron también varios paneles con información para que los visitantes aprecien las instalaciones y recuerden cuál fue el cometido de las mismas.
Refugio IES Luis Vives
En el número 4 de la calle San Pablo, se encuentra el instituto Luis Vives. Justo debajo del patio, hay un refugio antiaéreo que se empezó a construir en 1938 con el objetivo de proteger a los profesores y alumnos de dicho centro. Hoy en día, este espacio está en muy buen estado, conservando sus cuatro galerías abovedadas. Se puede visitar asistiendo a visitas guiadas sobre la II República o Guerra Civil en Valencia.
Otros refugios destacables de la ciudad de Valencia son hoy en día utilizados como casales falleros (Falla Plaza Santa Cruz de Valencia y Falla Sogueros-Ripalda) o como restaurantes (Birlibirloque Bar, calle de La Paz).
La ciudad de Alicante también cuenta con refugios antiaéreos de la época construidos para amortiguar el impacto de los proyectiles que se lanzaban desde los aviones contra la población civil.
Refugio Plaza Doctor Balmis
Construido en 1938, este refugio antiaéreo es de planta rectangular y cuenta con dos accesos. En su interior hay diferentes cámaras, seis de ellas de planta rectangular y con unas dimensiones muy similares. Este espacio permitía albergar a unos 200 ocupantes aproximadamente.
Refugio Plaza Séneca
Diseñado para acoger a 1.200 personas, este refugio alicantino se conserva hoy en perfectas condiciones y mantiene las advertencias y consejos que se pintaron en sus muros. Actualmente, se usa como centro cultural y artístico.
Finalmente, Castellón también ha abierto al público refugios antiaéreos para explicar cómo fue la guerra en esta ciudad y como se vivía y sobrevivía en el interior de estos espacios.
Refugio Plaza Tetuán
Convertido actualmente en museo para recuperar la memoria histórica, este refugio, situado en el subsuelo de la plaza Tetúan, fue construido en 1937. Las obras de adecuación terminaron el año pasado y se ha estado ultimando el proyecto museístico del mismo.
Realizar una ruta por la historia de la Guerra Civil es posible en la actualidad. La Comunidad Valenciana cuenta con diversos refugios antiaéreos abiertos al público para dar a conocer la historia y los secretos escondidos en estos espacios.